Embarazo y Equitación ¿es compatible?

Soy enfermera, equinoterapeuta,  experta en comunicación y habilidades sociales y estoy embarazada de 37 semanas. Hoy, desde nuestro centro Caballos Hontanar, queremos ofreceros nuestros conocimientos y experiencia en bandeja para que luego podais tomar una buena decisión. No habrás escuchado las palabras embarazo y equitación en una misma frase si no es para decir que son incompatibles, sin embargo quisiera aclararos que no entraña ningún peligro para el bebé o para la futura mamá siempre que sea una equitación más tranquila y adaptada, descartando las formas más vigorosas de la equitación. Además de ésto me gustaría añadir la importacia de confiar en el caballo al que montas, nunca sería en un caballo demasiado joven o con temperamento y por supuesto no comenzaremos la actividad nada mas quedarnos embarazadas, siempre hablamos desde la experiencia.

Son muchas las mujeres que continuan realizando esta práctica, incluso a término, sin ningún problema para ellas o para el feto, sin embargo, sí tengo que destacar que el riesgo real del que hablamos es una caida. Puede ser por un desequilibrio de la jinete debido a su cambio del centro de gravedad o por un tropiezo del equino. Para evitar estas dos opciones siempre optaremos por montar en un caballo de plena confianza para nosotras, en un lugar que el caballo conozca a la perfección y siempre que nuestra barriga y equilibrio nos lo permita. También quiero comentar que existen otras disciplinas desde las cuales podemos seguir disfrutando de nuestro compañero equino, como son las riendas largas, con las cuales no sólo pasearemos a su lado sino que realizaremos un saludable ejercicio cardiovascular al ir andando a su vera, aunque también disfrutamos con su cepillado, cuidado o dándole cuerda.

En mi experiencia personal puedo decir que he estado montando en mi caballo hasta el mes pasado en el cual el abdomen ganó bastante volumen y modificó incluso mi marcha, siendo más parecida a la de un pato. También me gustaría destacar que llevo mas de 10 años montando, que soy una persona activa, me gusta mucho jugar al paddel y hago running. Evidentemente mi embarazo está siendo de libro, va todo perfecto, el bebé desde el primer momento estaba colocado, la placenta estaba bien implantada, los niveles de líquido amniótico eran normales y el bebe ha ido ganando peso conforme a su edad gestacional. Todo ello ha favorecido, junto a una dieta equilibrada, a que estando en la semana 37 haya aumento de peso de tan solo 8kg. Sin embargo, cabe destacar que lo primero que suprimí en mi día a día fue el paddel, a los 5 meses, y luego poco a poco he tenido que pasar del running al treking porque mi frecuencia cardíaca había aumentado. De 50 pulsaciones en reposo cuando no estaba embarazada pase a tener 80 en reposo, debido al aumento del volumen sanguíneo. Lo que se convertía en un aumento de la frecuencia cardiaca en más de 135 pulsaciones por minuto, las cuales no se deben superar por riesgo de hipoxia (falta de oxigeno) para el bebe cuando realizaba running.

Hemos hablado de la parte física y ahora me gustaría hablaros de la parte psicológica, pues para la embarazada son muchos los cambios que se sufren, no sólo de su imagen corporal, hablo de ese sentimiento de incomprensión por parte de los demás y de las preocupaciones de cómo serán nuestras vidas cuando el bebé llegue, de si saldrá todo bien en el parto, si sabremos cuidar bien de ellos…todo ésto nos estresa, nos abruma. Pues bien, no se si sabré explicarlo de forma que llegueis a comprenderlo, pero el vínculo que hay entre el caballo y una embarazada es aun mayor que con una persona normal, lo mismo ocurre con personas discapacitadas y eso en nuestro trabajo de hipoterapia lo vemos todos los días. Aparece un sentimiento de protección del caballo hacia la embarazada perceptible en su forma de actuar, además aparece un feeling muy especial, ello se ve acentuado por el desarrollo de una sensibilidad especial por parte de la embarazada. Además, como equinoterapeuta, me gustaría informaros que, la terapia con caballos, está considerada como una terapia integral que, además de cumplir funciones fisioterapéuticas, ofrece amplios beneficios en el área psicológica, provocando en quien la practica una sensación de relajación y bienestar. Los ejercicios que se pueden realizar cuando la gestación es más avanzada son ejercicios de estiramientos, respiraciones, concentración parecidos a los que realizamos en yoga y de escuchar tanto a nuestro cuerpo como sentir al caballo debajo de nosotras, sentir su respiración calmada y su calor corporal proporcionan una sensación de relajación inigualable.

Con este post no quiero ni mucho menos recomendar ni indicar a nadie su práctica, simplemente deseo compartir mi experiencia como especialista que soy en la materia y como futura madre que jamás pondría en peligro la vida de su futuro hijo.

Espero que os haya gustado compartir esta experiencia, y si crees que puede beneficiar a alguien que este pasando por una situación similar compártelo en tu facebook y además puedes seguirnos en twitter.